Pocas personas saben que mi sueño, desde hace muchos, muchos años, es tener una hamaca. Yo creo que mi amor por las hamacas se debe a mis recuerdos de pequeña, cuando mi abuelo las hacía con redes y a mi me entantaba pasar el tiempo allí.
Pero por problemas de logística, desde aquellos tiempos nunca volví a tener una hamaca. Hasta ahora...Por fiiiin!!!!! Fue un regalo que me pilló completamente de sorpresa. Y me hizo tanta, tanta ilusión que hasta me puse a llorar [sí...por una hamaca].
Desde entonces, solo pienso en la hamaca. Mi vida se desarrolla en torno a la hamaca. Y no paso más tiempo en la hamaca porque a veces vienen los mosquitos o empieza a hacer fresco.
Y por eso decidí mostraros cómo es mi vida con la hamaca. Comer, leer y escuchar música [siempre los mejores clásicos]. Ahora tengo que pensar en una forma de poder mover la televisión al balcón para poder ver películas.